Es parte de nuestra historia la apuesta por las organizaciones y movimientos sociales porque creemos que son los actores centrales para ampliar los límites de la sociedad en que vivimos: Sin el movimiento de mujeres no podríamos entender los límites de una sociedad patriarcal. Sin el movimiento indígena no podríamos imaginar un estado plurinacional y una sociedad intercultural. Sin los trabajadores, no gozaríamos del derecho a la huelga y al ocio.