Si se lee solamente las noticias de la industria y agentes del gobierno, se pensaría que los tratados entre los Estados Unidos y países de América latina benefician ambos países por igual. No obstante, esto no es la verdad. Los tratados de libre comercio tienen una cara oscura, que ponen en peligro a pequeños productores y a la economía doméstica. En las próximas páginas voy a explicar las desventajas de los acuerdos de libre comercio, entre Estados Unidos y países de América de sur, Centroamérica, y países latinos del Caribe, basado en información que encontré a través de los últimos días en búsquedas de varios diarios y otras fuentes de internet. De este análisis, podemos anticipar los resultados de un tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Ecuador.
Empezaré con los países más cercanos, Perú y Colombia. El tratado de libre comercio con Colombia se firmó en 2011; desde entonces, la falta de infraestructura suficiente por parte de Colombia ha sido clara y algunas de las industrias de Colombia han sufrido por causa de importaciones de Estados Unidos. En casi todas las ocasiones, Estados Unidos tiene suficiente recursos e infraestructura para producir productos a precios más baratos, en cantidades más grandes, y en una manera más eficaz. Como consecuencia del tratado de libre comercio, productos estadounidenses pueden cruzar la frontera colombiana sin aranceles, invadir el mercado colombiano, y disminuir precios domésticos. Los precios bajos significan que los productores colombianos no pueden competir con su nivel de producción actual. Unos de los sectores más afectados son productores de lácteos, maíz, y arroz. Según la Universidad Nacional de Colombia, la desigualdad de poder en la escala global y la habilidad de influir por parte de los países ricos, causa tratas desequilibradas. En este caso, Estados Unidos aprovecha su habilidad de producir maíz y lácteos eficientemente y venden al mercado colombiano, el cual no puede competir.
En un periodo, en las noticias de ocho años, del 2006 al 2014, incluye la firma del acuerdo, la importación de la leche más que triplicad, de 9.727 toneladas en 2006 pasa a 33.728 toneladas en 2014. Aún más grave por la economía colombiana es que, exportaciones cayeron el 54% entre 2012 y 2016, según “El Espectador”. Se evidencia que el acuerdo es inequitativo: Colombia necesitaría vender 340 barriles de petróleo crudo para comprar una tonelada de productos de la industria automotriz y 777 barriles de petróleo crudo para comprar una tonelada de celulares o computadoras. Este tipo de intercambios incentiva a productores colombianos a continuar la exportación de productos de primera necesidad, en vez de productos fabricados. Por ejemplo, los productores exportan aguacates más que guacamole.
Otro problema general en Colombia, después de la firma del tratado, son los siguientes: el acuerdo crea desequilibro en la economía interna y desprotección de sectores productivos poco beneficiados por el tratado; hay un desajuste en materia de ingresos tributarios, ya que al eliminar los aranceles de productos extranjeros se estaría dejando de recibir impuestos por este concepto, lo que podría ahondar el déficit fiscal nacional; finalmente, no existe la capacidad de adaptación de las empresas nacionales frente a los estándares internacionales de producción, generando monopolios y captación del mercado por parte de la oferta norteamericana que entra al país.
Con estos retos y desventajas en mente, voy a analizar el próximo país, Perú. Este tratado de libre comercio fue firmado por ambos países en 2009. Perú comparte varios de los mismos retos y desventajas con Colombia. Por lo tanto, el análisis de los efectos del acuerdo a Estados Unidos da más evidencia a los efectos potenciales de lo que podría venir con un acuerdo con Ecuador.
Además de las desigualdades de infraestructura y capacidades de producir, la agroindustria de Estados Unidos recibe muchos subsidios del gobierno estadounidense para asegurarse de mantener un nivel de producción alta y rentable. Por supuesto, el gobierno de Perú no tiene la habilidad de dar dinero extra para equilibrar la producción agrícola. Entonces, los dos países tienen recursos muy diferentes en su cantidad de producción. Los granjeros y exportadores estadounidenses pueden mantenerse rentables con la venta de sus productos a precios más baratos, en relación con lo que venden o exportan los productores peruanos.
El nivel de desgravación para Estados Unidos y Perú no son iguales; el nivel de desgravación favorece a Estados Unidos, aunque tienen ventajas en cada área de producción. Este desajuste muestra las desigualdades que existen en las negociones de los tratados. Es claro que, hoy en día, Perú tienen mucha menos tecnología; sin embargo, otro elemento que es importante tener en cuenta, es la capacidad que tienen Perú para mejorar su tecnología. Actualmente no solo tiene la desventaja, su tecnología avanza, pero a un nivel mucho más despacio que Estados Unidos. Es predecible que la brecha entre los dos países aumente en los próximos años.
Las promesas por parte del gobierno de Perú sobre los efectos del tratado no se han realizado, el nivel de exportación a los Estados Unidos ha caído desde la firma del acuerdo. Hay algunos sectores, como en Colombia, que se han dañado más que otros, el sector textil es el más afectado por el tratado, durante las negociones del acuerdo, el gobierno peruano prometió que los precios de los medicamentos iban a caer, pero no sucedió, de hecho, los precios han aumentado desde la firma, mientras los precios de otros productos caen debido al exceso de productos estadounidenses en el mercado peruano. Otra promesa que hizo el gobierno peruano fue sobre la creación de 900.000 empleos nuevos, sin embargo, la evidencia muestra que, un año después de la firma del tratado, no se ha creado ni un trabajo nuevo debido al acuerdo.
Como en Colombia, el sector agrícola sufrió mucho en Perú por causa de su tratado de libre comercio con Estados Unidos, después de solamente un año, Perú generaba mucho menos algodón, en un año el nivel de producción cayó de 44 mil hectáreas a 30 mil hectáreas, además, importó 580 mil quintales de hilado más en ése año.
Otra cosa, a tener en cuenta cuando se firma un tratado de libre comercial, es el peligro de que el país menos desarrollado, en este caso, los países latinos, generen una dependencia en los vínculos económicos con Estados Unidos. No hay problema si la economía de Estados Unidos está funcionando muy bien, sin embargo, si hay problemas si el mercado estadounidense consume y compra la misma cantidad de productos, pero no lo hace, por tanto, se ponen en peligro muchos exportadores y empresas de los países latinos. Este evento ocurrió durante el derrumbe de la burbuja de hogares en 2008, cuando esto pasó, Colombia tuvo dos desventajas por el acuerdo: los exportadores estadounidenses continuaron exportando a Colombia, pero los importadores estadounidenses compran menos productos colombianos y la balanza comercial se convirtió, llevándose Colombia la peor parte.
Otro tratado de libre comercio entre países (en este caso, varios países latinos) y Estados Unidos es el DR-CAFTA. Este acuerdo incluye, por un lado, EE. UU, y por otro a República Dominicana, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Honduras. Se firmó en el año 2004 y comparte muchas características con los otros tratados discutidos. En los primeros cuatros meses de 2016, cada país latino en el acuerdo, salvo Nicaragua, vio un caído de exportaciones en comparación a los primeros cuatro meses de 2015. Las cifras correspondientes son las siguientes: República Dominicana -3.8%, Costa Rica -10.6%, El Salvador -0.1%, Guatemala -9.1%, Honduras -2.6%. Estos porcentajes de reducción en la balanza comercial muestran que, doce años después, los países latinos todavía no pudieron competir ni aumentar su producción al mismo nivel de Estados Unidos. Una meta principal de los tratados del lado de los países menos desarrollados es la mejora de infraestructura y capacidades de producción para mejorar las condiciones del país y convertirse en un jugador más grande en el comercio mundial. Sin embargo, es obvio que no lo han lograron, porque la balanza comercial continúa favoreciendo cada vez más Estados Unidos.
República Dominicana ha sufrido más que otros países en el mismo tratado por causa de su bajo nivel de desarrollo, dado que cada país del tratado tiene los mismos derechos de evitar los aranceles, y también generar productos/exportaciones muy parecidas, cada país compite con los otros. En comparación a los otros países del acuerdo, República Dominicana tiene la peor infraestructura para producir, transportar y exportar sus productos al país del norte. Requiere inversión del gobierno para mejorar sistemas de transporte y tecnología, pero le falta dicho dinero y cada vez más el país es superado por otros países latinos en las exportaciones. Debido al lenguaje del acuerdo, aunque República Dominicana no venda muchos productos a Estados Unidos, en relación con otros países, Estados Unidos todavía tiene el derecho de vender sus productos en los mercados dominicanos sin aranceles. Hay una inundación de productos estadounidenses en la República Dominicana que estrangulan la competición y reducen la cantidad y numero de productos domésticos. En el periodo de 2005 a 2013, exportaciones de la República Dominicana y Estados Unidos disminuyeron el 7% mientras que las importaciones de Estados Unidos aumentaron el increíble 53%. La situación dominicana muestra el peor caso de lo que puede suceder en un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
El último tratado que voy a mencionar, es el NAFTA (inglés) o TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Este acuerdo es el más viejo de los tratados discutidos y tiene implicaciones políticas muy fuertes en Estados Unidos. Se firmó en 1992 por Canadá, Estados Unidos y México. Las fábricas mexicanas se especializaron más para abarcar las necesidades del mercado americano. Por ejemplo, antes de la firma del tratado, México tenía muchas fabricantes de juguetes para suministrar la demanda mexicana, también era exportado un porcentaje de dicha demanda. Hoy en día, menos del 10% de las fábricas de juguetes aún existen. La mayoría de los juguetes vienen de China y las fábricas en México son menos diversas y se enfocan en áreas como la automotriz y textil. Otra desventaja, del lado mexicano es que la inversión de los Estados Unidos obliga a que muchas de las empresas y fábricas tengan dueños estadounidenses y un gran porcentaje de las ganancias regresan a Estados Unidos y no se quedan en México. Por lo tanto, este tratado, como los demás que hemos visto, no tienen las ventajas promocionadas. De hecho, no he podido encontrar ni un ejemplo donde el acuerdo benefició el país latino igualmente o más que Estados Unidos.
En primer lugar, los tratos libres entre los Estados Unidos y países de América del sur dejan que las empresas de los países latinos tengan un mercado nuevo y poderoso para vender sus productos. Como país individual tienen poder de adquisición más poderoso del mundo. Por lo tanto, tiene sentido que los gobiernos de dichos países quieran dar acceso al mercado estadounidense a sus empresas y exportadores. De las noticias que encontré, los tratos libres con Estados unidos fue una prioridad muy importante por los gobiernos de Colombia y Perú.
El TLC entre Estados Unidos y Colombia se firmó en 2011. Durante las negociones sobre las reglas del trato, el gobierno colombiano decía cosas como: “El TLC es un acuerdo generador de oportunidades para todos los colombianos.” Ponía énfasis en las ventajas para Colombia como acceso nuevo a los mercados americanos. Dijo que el TLC fue una manera para re direccionar el desbalance entre las importaciones y las exportaciones. Esta declaración implica que el trato beneficiaría a las empresas que tienen interés especial en la exportación. Además, el Ministerio de Comercio, Industria, y Turismo admitió que, al principio, el trato ayudaría a los exportadores más que a empresas domésticas, pero se dijo que, al fin, el trato ayudaría a todos los colombianos. Sin embargo, el Ministerio no dio estadísticas ni información específica del como funcionarían los beneficios para las empresas no exportadores. Con la importancia de los mercados estadunidenses en mente, el gobierno (e industrias que exportan) querían asegurar el destino de los productos colombianos por muchos años.
Otra cosa de interés para el gobierno colombiano fue la aumentación de interés por parte de los Estados Unidos. Un acuerdo anterior fue el ATPA “Andean Trade Preferences Act” que dio acceso a los mercados americanos con aranceles reducidos a cambio de contribuciones en la lucha en contra de las drogas. Colombia deseaba continuar este sistema de preferencias sin la necesidad de continuar su lucha concreta en contra de las drogas. También, on más inversión en de los EE. UU, Colombia esperaba que la pobreza disminuyera debido a más oportunidades económicas e infraestructura mejorada.
En los primeras nueve meses de 2016, el 32,8% de las exportaciones de Colombia fueron a los EE. UU. En el mismo periodo, el 26,5% de las importaciones en Colombia vinieron de los EE. UU.
El TLC con Perú y los Estados Unidos se firmó en 2009. La Sociedad de Comercio Exterior del Perú reporta que los envíos peruvianos han crecido a una tasa promedio anual del 3,8% en los mercados estadounidenses. En 2016 los EE. UU fue el segundo destino más importante para exportaciones peruvianas (La UE fue primero). La Sociedad de Comercio Exterior también apunta que las importaciones de los Estados Unidos han aumentado desde la trata se firmó; sin embargo, ellos presentan la aumentación como un beneficio debido al incremento de bienes de capital para agricultura y materias primas.
Más ventajas de la trata libre comercio incluye mejor competición que implica que se puede comprar máquinas y materias primas a precios más baratos. El mercado estadounidense es 180 veces más grande que el de Perú en términos de poder de adquisición; por lo tanto, acceso a dichos compradores implica un mercado enorme para exportaciones. Los Estados Unidos, cuando se considera importaciones y exportaciones, es el socio comercio más grande de Perú- entonces menos aranceles significa más trata.
En segundo lugar, es importante que se reconozca que la mayoría de las noticias que existen en el internet viene de productores o políticos que benefician de las tratas. Entonces, casi todo de la información en búsquedas básicas refleja que las tratas no tienen desventajas y que benefician todas personas en los dos países. Sin embargo, la realidad es que mientras los exportadores de ambos países benefician (e influyen los políticos), los pequeños productores se ponen en peligro por una onda de productos extranjeros.
Los productos extranjeros son dañinos por causa de su habilidad a disminuir los precios e introducir competición falsa en el mercado doméstico. La reducción de aranceles en el mercado estadounidense es una ventaja muy grande por cada empresa que exporta sus productos; por lo tanto, debido a este hecho y la información engañosa de los medios, las tratas libres comercios son percibidos como acuerdos buenísimos para los países latinos.
De todos modos, las tratas libres comercios dañan muchos productores de los países latinos que tienen acuerdos con los Estados Unidos. Por ejemplo, el Perú ha tendido una trata libre comercio con los Estados Unidos desde 2009 y algunas industrias han estado dañadas. Un caso que muestra el peligro de los acuerdos es la industria de productores agriculturas. El gobierno estadounidense da muchos subsidios a los granjeros estadounidenses para garantizar que los productores americanos son productivos. Al mismo tiempo, el gobierno peruviano no lo hace debido a su falta de esa cantidad de dinero disponible. Los productos agriculturas americanos puede entrar el mercado peruviano en grandes cantidades a precios más baratos que los productores peruanos.
Otro ejemplo de Perú es la disparidad entre Estados Unidos y Perú en relación a sus niveles de eficacia. EE. UU y Perú son mundos diferentes con respecto a su infraestructura. Los productores de EE. UU tienen acceso a redes de transporte muy eficaces y baratos, mientras los productores de Perú necesitan enviar sus productos sobre carreteras más lentas y menos seguro. La desigualdad de la infraestructura causa aún más desventajas para los productores peruanos.
La misma situación pasa en Colombia. Colombia, también, no tienen recursos suficientes para competir con los productores enormes de Estados Unidos y sufre pérdidas para sus pequeños productores. En las áreas de productos lácteos, arroz y maíz, entre otros, Colombia importa muchos productos a precios más baratos, en relación de lo que sus propios productores pueden producir. La razón para la disparidad en Colombia es, también, diferencias de eficacia e infraestructura.
Según la Universidad Nacional de Colombia, la desigualdad de poder en una escala internacional resulta en acuerdos que favorecen países ricos que pueden influir otras naciones. Por esta razón, Ecuador necesita tener mucho cuidado al firmar un acuerdo con Estados Unidos y procurar evitar el daño a sus pequeños productores y campesinos como hemos visto en Colombia y Perú después de la ratificación de sus propios acuerdos.
Originalmente, Ecuador decidió no ser parte del acuerdo de libre comercio multilateral con la Unión Europea en 2012 que incluyó a Colombia y Perú. El gobierno ecuatoriano citó el riesgo para sus industrias domésticas como razón para no juntarse. Los efectos del acuerdo con Estados Unidos en los mercados colombianos y peruanos son explicados en las preguntas previas. Ya que las exportaciones ecuatorianas son muy parecidas a las de Colombia y Perú, y el mercado estadounidense es parecido al de la Unión Europea, los resultados del acuerdo y los cambios en el comercio con la Unión Europea podían predecir el efecto en el mercado ecuatoriano.
A pesar de la evidencia de los otros países andinos y los efectos negativos en sus mercados, las elites y los exportadores de Ecuador tuvieron éxito en convencer el gobierno. Ecuador firmó el acuerdo de libre comercio el 11 de noviembre de 2016 tras muchas negociaciones. Inicialmente, el gobierno ecuatoriano declaró que el acuerdo aumentará exportaciones ecuatorianas por el 1,6% hasta 2020. La Unión Europea tiene 513 millones de consumidores y representan un mercado de $2.700 para exportaciones ecuatorianas. Cerca del 90% del total de las exportaciones se concentra en ocho países europeos: Italia, Reino Unido, Francia, Alemania, España, Bélgica, Países Bajos, y Grecia; mientras que el 10% restante se dirige a las otras 20 naciones que son mercados potenciales de la oferta exportable local. Es el destino principal de exportaciones no petrolero. Sin este acuerdo, Ecuador habría perdido $400 millones en pago de tributos por causa de su exclusión de aranceles preferenciales. El gobierno razonó que el aumento significante de aranceles puso en peligro algunas industrias exportadoras, y por eso, tuvo que juntar el acuerdo.
Jorge Glas, ex vicepresidente de Ecuador, como respuesta en cuanto al cambio de idea de Ecuador sobre un acuerdo con la Unión Europea dijo, “Ecuador ha alcanzado una negociación muy favorable para ambas partes, que representa oportunidades para todos, además defender al productor ecuatoriano y promover las exportaciones”. Glas continuó diciendo que Ecuador logró más que Colombia y Perú en su negociación del tratado porque, “Ecuador suscribe un acuerdo comercial que contempla ‘amortiguamientos’ que permiten que la competitividad de la industria nacional se desarrolle a través del tiempo”. Se refiere al desmantelamiento progresivo de aranceles. Un ejemplo de ello es que los vehículos europeos no pagarán arancel al cabo de 7 años de vigencia del convenio.
Sin duda, los tratados de libre comercio ayudan a los sectores de exportadores más. Los productores de flores y banano iban a beneficiarse de la firma del tratado. Europa es el segundo destino más grande de flores exportados de Ecuador (después de Estados Unidos). Según el acuerdo, las flores ecuatorianas pueden entrar en los mercados europeos sin aranceles. En el momento de la firma, el sector de productores de flores, generó 110.000 fuentes de empleo en Ecuador. Asimismo, el sector de banano benefició del tratado con una reducción de aranceles de 126 euros a tonelada a 96 euros a toneladas. Esta cifra decrementará más hasta 2020 a 75 euros a tonelada. Por eso, podemos concluir que los exportadores poderosos tuvieron un rol grande en el cumplimiento del tratado de libre comercio con la Unión Europea.
Otro tema importante en la firma del acuerdo es el impacto de más inversión del extranjero en Ecuador. Peter Ziga, el presidente pro tempore del Consejo de la UE, se citó diciendo, “y más importante que eso, es que creará un entorno estable y fiable para los comerciantes e inversionistas ecuatorianos y europeos”. A mi juicio, este comentario es de poca visión del futuro dado los niveles del desarrollo de los dos países y sus niveles relativos de poder económico. Predigo que las cantidades de inversiones por los dos países serán bien desiguales. La discrepancia del tamaño de los dos mercados indica que los europeos tendrán una ventaja grande en su habilidad de invertir y realizar cambios en el mercado ecuatoriano. Por el contrario, Ecuador es una fuerza muy pequeña en términos de comercio internacional y va a tener, relativamente, menos impacto en el mercado europeo.
En gran parte, desde su comienzo en el 1 de enero de 2017, el tratado ha tenido mucho del éxito predicho. Según cifras del Ministerio del Comercio Exterior, exportaciones ecuatorianas a través de todos sectores han aumentado por el 14%. Entre enero y octubre de 2017 las exportaciones se incrementaron en $276 millones con relación al año pasado. Resaltó que este crecimiento se ha dado con un superávit en la balanza comercial a favor del Ecuador por aproximadamente $ 1.001 millones.
Según Daniel Legarda, presidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), quien tiene una inclinación fuerte hacia el comercio internacional, dice que hay 300.000 empleos en Ecuador que dependen del comercio con la Unión Europea. Por otro lado, del mismo tema, Glas dijo que el comercio con la Unión Europea genera 40.000 fuentes de empleo directo y 600.000 fuentes de empleo indirecto. Por tanto, es obvio la importancia de comercio internacional para la gente ecuatoriana, pero en mi opinión, estas noticias y cifras no capturan los efectos negativos en los productores y trabajadores que no tienen empleo en los sectores productores. Lo que no muestra las cifras del crecimiento de exportaciones ecuatorianos es el crecimiento más grande por parte de exportaciones europeas. Al revés, esto implica que Ecuador está importando productos a una tasa más rápida que está exportando. Por ejemplo, en el primer año del acuerdo, Ecuador aumentó sus importaciones de productos agrícolas de la Unión Europea por el 22% mientras las exportaciones ecuatorianas solo aumentaron por el 12% aproximadamente. Por lo cual, concluimos que, a pesar del aumento de las exportaciones por parte de Ecuador hacia la Unión Europea, la Unión Europea gana en el comercio iniciado por el acuerdo de libre comercio.
En cuanto a productos específicos, hay algunos bienes destacados en el primer año de comercio bajo del acuerdo de libre comercio. Entre los productos más afectados son los productos procesados que aumentó el 296.57% en 2017. Además, las importaciones ecuatorianas de semillas oleaginosas se incrementaron en un 881,82%; la importación de té creció el 265,75%; vino y cerveza en un 265,14%; legumbres en un 200,61% y crustáceos el 936,36%. Agrega que en los años previos al acuerdo comercial no había importaciones de trigo desde el bloque europeo, pero ahora sí. Como resultado, los productores ecuatorianos que producen cualquier de los productos que ahora están importados van a sufrir. Un problema principal del incremento de importaciones de Europa es que el nivel de rendimiento de producción por parte de los productores europeos es mucho más alto que los productores de Ecuador. Entonces, los productos de Europa pueden invadir el mercado con un precio más bajo y dañan la producción doméstica.
Dicho daño puede parar un país que es capaz de satisfacer su necesidad de auto alimentación. El aumento de productos importados normalmente significa la pérdida de productores domésticas. Este cambio causa que un país se vuelva dependiente en la importación de comida. Dos cosas negativas vienen de esto: el país necesita continuar importando alimentación a pesar de las fluctuaciones en el precio, y la comida puede ser insatisfactoria en términos de la nutrición o su presencia en una cultura extranjera.
En resumen, las inclinaciones de los políticos en 2012 eran correctas por no firmar el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. Es verdad que las ventas de Ecuador han aumentado después del inicio del acuerdo, pero los incrementos se han visto principalmente en los sectores que producen para el mercado para exportación que es dominado por las elites y empresariales. Además, la ventaja de comercio es con la Unión Europea; sus exportaciones han incrementado por una tasa más alta que las de Ecuador. Si esta tendencia continúa en años que viene, los pequeños y medios productores van a sufrir y perder su control de producción. Finalmente, los consumidores y gente de Ecuador va a perder en cuanto a soberanía de sus mercados.
Ya contestado en las preguntas previas, el resultado de un acuerdo con Estados Unidos sería un desastre para la gente ecuatoriana. La desventaja principal con un acuerdo entre dos países con tales diferencias económicas es la ventaja comparativa que se produce. Los Estados Unidos, a través de subsidios del gobierno americano e infraestructura impresionante, es capaz de producir una cantidad de alimentos más grande y más rápidamente que Ecuador. Los cultivos estadounidenses podrían entrar en el mercado ecuatoriano como ha pasado en muchos otros países latinos sin aranceles y bajar el precio de alimentos hasta el punto en que los productos domésticos no pueden competir.
En la actualidad, existe un programa que se llama el sistema general de preferencias (SGP). Es un sistema que da “preferencias” a más de 120 países en desarrollo alrededor del mundo. Dichas preferencias dan el privilegio a los países de importar sus productos en los mercados americanos con aranceles reducidos o sin aranceles. Ecuador es, actualmente, parte de este programa; sin embargo, Estados Unidos revisa el programa cada año para determinar cuáles países merecen permanecer incluidos y cuales han alcanzado un nivel suficiente de desarrollo que deben ser excluidos. El riesgo de perder este privilegio es muy grave para Ecuador. Hay 840 empresas ecuatorianas que benefician del programa, y sus exportaciones combinadas suma hasta los $400 millones de dólares cada año. El mensaje del Ministerio de Comercio Exterior y los exportadores es que, por causa de este riesgo, Ecuador debe tener un acuerdo bilateral con Estados Unidos para asegurar que mantengan los beneficios.
El riesgo obvio que viene con un acuerdo bilateral es que Estados Unidos tendrían acceso a los mercados ecuatorianos sin aranceles protectores. Además, el proceso de convencer a Estados Unidos que Ecuador es bien estable y un país que puede sostener un acuerdo de libre comercio, daña a productores pequeños aún más. Estados Unidos busca países que tengan un nivel alto de industria y producción en masa porque estas características representan el desarrollo. Sin embargo, como hemos visto a través de los cambios que han sucedido en años previos, un aumento de la industria normalmente significa una reducción de producciones pequeñas, familiares, y campesinos.
Hay mucha resistencia por parte de organizaciones indígenas y campesinos que ven el riesgo y la pérdida de soberanía si se firma un acuerde de libre comercio con Estados Unidos. Por desgracia, las personas que tienen más dinero pueden influir en los políticos y lograr las políticas favorables.
Recientemente las elites del país han puesto mucha presión en el gobierno ecuatoriano para firmar el acuerdo para que puedan expandir sus negocios y aumentar sus exportaciones.
No obstante, la actitud hacia el extranjero de Estados Unidos ha cambiado mucho desde el ingreso del presidente Trump. Durante la presidencia de Obama, Estados Unidos buscó acuerdos de libre comercio con muchos países del mundo para aumentar el comercio internacional, incluso el acuerdo con países asiáticos que canceló Trump. Esto significa que Ecuador va a confiar en permanecer parte del sistema general de preferencias para mantener sus exportaciones. Por otro lado, si se tiene el bienestar de la mayoría de los ecuatorianos en mente, el comercio internacional no beneficia por lo general.
La falta de interés en el comercio exterior por parte de Estados Unidos bajo la presidencia de Trump significa que, por lo más probable, el país de China va a llevar más influencia en el país. Como ha hecho en otros países del mundo, China invierte dinero en proyectos que aumentan la infraestructura y bienes públicos a cambio del derecho de sacar recursos y poner empresas China. Por lo tanto, en mi opinión personal, creo que el riesgo más grande para Ecuador hoy en día no es un tratado de libre comercio con Estados Unidos, sino la influencia de China.