Autor: Grupo democracia y desarrollo local, IEE
Fecha: 2008
Colaboración: Revista del Grupo Democracia y Desarrollo Local – GDDL
El proceso constituyente no ha concluido con la redacción de la nueva constitución, ni siquiera concluirá con el referéndum aprobatorio del 28 de septiembre; tampoco terminará cuando se instalen las autoridades elegidas bajo el nuevo marco constitucional; acabará cuando en el país se haya construido una nueva hegemonía, que coloque en el centro del desenvolvimiento social la igualdad, la solidaridad, las libertades, no aquellas del mercado, sino las de la palabra, del cuerpo, del acto, de la creación múltiple del ser humano, incluso de sus excesos, de sus transgresiones, o sea, de su exclusivo ser poético. No terminará hasta cuando el poder constituido sea suficientemente enterrado en el olvido, cuando los apellidos célebres de los banqueros corruptos, de las élites oligárquicas no existan más en las memorias de las gentes sensibles y honestas, sino solo en las pesadillas de sus herederos de “peluca”.